La crónica.

Luego de el estruendo.

Lo que quieren los docentes de la fundación universitaria Inpahu.

Armando Piedrahita, profesor de redacción para prensa y medios electrónicos pide a sus alumnos trabajar con la crónica.

Carlos Andrés Giraldo mahecha.

Siendo las 5:30pm me encuentro en la cafetería que queda en frente de la universidad cuando escuche un tremendo estruendo, las caras de las personas que se encontraban cerca se cambiaron totalmente, esas caras largas y cansadas debido a que era lunes se transformaron aproximadamente por dos o tres minutos, cuando nos dimos cuenta que el Transformador de la esquina estallo y fue entonces cuando empezaron las risas y los comentarios de lo sucedido, enseguida mire el reloj y me di cuenta que ya eran las 6:00pm hora de entrar a clase de redacción para prensa y medios electrónicos. Esa clase que a muchos compañeros les parece aburridora y estresante pero gracias a la que he aprendido a escribir y a expresarme, al llegar a el salón de clases me doy cuenta que todavía se encuentra cerrado, el profesor no ha llegado aún, pero aprovecho para conversar con mis compañeros de los temas de actualidad para que un quiz imprevisto no nos coja desprevenidos, en ese momento llego el profesor Armando Piedrahita y nos indicó después de una breve conversación, que empezaríamos a trabajar en la crónica, un tema que me parece muy interesante para mi formación profesional ya que nos hace esforzarnos para presentarle los trabajos de los distintos temas a tiempo, y quien sabe si de aquí a mañana sea un cronista de los mejores como el maestro Pedro Claver Téllez, en conclución ya a las 10:00pm por fiin rumbo a la casa, una taza de leche caliente y ha descansar de ese día tan dificil.


El día de la crónica.
El Profesor Armando Piedrahita pide una crónica.
El profesor de redacción para prensa y medios electrónicos de la Fundación Universitaria Inpahu pide que se realice una crónica.

Carlos Andrés Giraldo Mahecha

Lunes 5 de Octubre 5:45 pm y en los rostros de todos los estudiantes se ven cansados, con esa pereza de lunes, día que nadie quiere entrar a clase, pero que toca porque ya se está acabando el semestre y no se puede dar papaya, siendo las 5:56 pm todos estos rostros se ven obligados a cambiar debido a un estruendo que llamo la atención de todos, pasan dos o tres minutos y toda la gente se pregunta ¿qué paso?, levantan su mirada y se encuentran con que un transformador de corriente saco la mano y estallo.
Las personas que corrieron asustadas, cambiaron de nuevo sus rostros y se levantaron de sus sillas, y cabizbajos se dirigen hacia las diferentes sedes que posee la universidad, a la entrada el vigilante molestando por el carnet estudiantil, pero los que lo traían pasaron y a clase.
Cuando llegamos ablamos sobre temas de actualidad y llego el profesor, en ese momento las caras de algunos compañeros volvieron a cambiar, pero nada toca entrar a clase, Armando Piedrahita dio una pequeña charla y a lo que vinimos, pidió que se hiciera una crónica, pero la noche no era para todos, algunos compañeros se inspiraron y a otros les quedo grande, no estaban para escribir nada y además el ambiente se sentía pesado, después de un tiempo el profesor pidió que apagáramos las pantallas de los computadores y que uno por uno fuéramos leyendo lo que hubiéramos escrito, así paso cada quien leyó su crónica y ha el profe también le iba cambiando su rostro, unas veces feliz por las crónicas tan buenas, y otras como de desilusión por las que no eran tan buenas, en fin dejo trabajo y llegaron las10:00pm se acabo la clase y es necesario dirigirse hacia otra sede a otra interminable clase para luego poder irse a descansar a casa.